"Señor, ¿puede decirme la hora?". Cuando un chiquillo te suelta eso por la calle sin previo aviso, sabes que se acabó, que por muy joven que te sientas, por muchas fuerzas y energías que te queden, por muchos planes que hayas hecho para el futuro, ya hace tiempo que has dejado la infancia atrás. Podrás seguir acumulando nuevos recuerdos, nuevas anécdotas e historias alegres, tristes, graciosas o simplemente curiosas, pero ya no serán "Retales de mi infancia", serán otra cosa, y como tal ya no tienen cabida aquí. Así que este es el fin. THE END.
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¿Quién dice que no soy joven? - Dominio Público |
Si alguien ha llegado a leer esta especie de memorias de mi infancia, espero que las haya disfrutado tanto como yo he disfrutado escribiéndolas. Han sido más de 3 años de arduo trabajo. Ahora valoro mucho más la profesión de novelista, entiendo el terror a la hoja en blanco, el bloqueo del escritor, y la lentitud de George R.R. Martin para publicar de una vez por todas "Vientos de Invierno".
Es posible que a partir de este momento aún afloren a mi memoria algunos recuerdos susceptibles de ser reseñados en este blog. En tal caso los iré añadiendo aquí puntualmente, pero obviamente ya sin seguir la periodicidad habitual.
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