viernes, 31 de enero de 2014

Arrakis

Los metros son bastante largos, pueden alcanzar fácilmente los 100 metros cada uno, divididos en varios vagones. En los trenes antiguos los vagones están completamente separados y no puedes pasar de uno a otro salvo cuando paran en las estaciones, pero en los más modernos están unidos de manera similar a la de los autobuses articulados. Si te pones en un extremo del convoy y estás atravesando un tramo de túneles completamente recto puedes alcanzar a ver el otro extremo desde el interior, y curiosamente parece mucho más largo que si lo miras desde fuera, supongo que es un efecto óptico debido a las referencias visuales.

Arrakis
© leywad - DeviantArt

Pero lo más divertido es cuando el tren entra en una curva y ves cómo la parte más alejada empieza a desaparecer de tu vista por un lateral, y el metro se va acortando gradualmente conforme más y más vagones van desapareciendo de tu vista, hasta que atraviesas el punto de inflexión y poco a poco todo va reapareciendo en su lugar. Te sientes como un gusano de arena de Arrakis recorriendo el desierto a toda velocidad bajo las dunas en busca de una presa.

viernes, 24 de enero de 2014

Canal Metro

El metro tiene su propio canal de televisión, de nombre no muy original: Canal Metro. En cada vagón de los metros nuevos hay seis televisiones incrustadas en el techo donde van retransmitiendo ininterrumpidamente noticias relacionadas con la Comunidad de Madrid: eventos culturales o deportivos, noticias económicas, información sobre ocio, comercios, costumbres.. y anuncios, ¡cómo iban a faltar los anuncios en un canal de televisión! Hubo uno que me chocó mucho visualmente, donde el grupo Mayumana promocionaba la tarjeta de transporte público de Madrid, y como en las televisiones del metro no hay sonido lo busqué en YouTube para disfrutarlo en su plenitud.


Canal Metro también hace de guía turístico y habla de diversos monumentos, edificios o pueblos de las cercanías. Por ejemplo cuentan que tal fuente de tal plaza fue construida por fulanito de tal en el siglo tal y que la parada de metro más cercana es tal de la línea tal. Así me enteré de que en el Ayuntamiento de Guadalix de la Sierra, a 50 km de la capital, se rodaron las famosas escenas del balcón de la película “Bienvenido, Mr. Marshall”.

Canal Metro
Bienvenido, Mr. Marshall

viernes, 17 de enero de 2014

Proporciones faraónicas

Las infraestructuras del metro son de proporciones faraónicas, miles de kilómetros de angostos y oscuros túneles recorridos por cientos de trenes (hay tantos que en hora punta se suelen cruzar los metros que van en direcciones opuestas prácticamente en cada estación), amplias estaciones bien iluminadas y acondicionadas, intercambiadores para conectar unas líneas con otras, diáfanos y de techos tan altos como la cúpula de una catedral, corredores, escaleras, normales y mecánicas, ascensores.. hay hasta puestos de comida y café, y en ciertos puntos incluso mini bibliotecas para fomentar la lectura durante los trayectos.

Es imposible acometer las obras necesarias para semejantes infraestructuras en una ciudad pequeña sin recursos económicos como Zaragoza (y con el subsuelo plagado de ruinas árabes y romanas), desde luego en ese caso la mejor opción era el tranvía de superficie.

Proporciones faraónicas
© Davidmartindel - Wikimedia Commons

Algunas infraestructuras como el intercambiador de Chamartín (por el que paso todos los días) son tan espectaculares que el día de los Santos Inocentes un conocido divulgador científico español bromeó en su blog sobre la posibilidad de que hubiera sido construído por extraterrestres. A veces pienso que cualquier día cederán todos los túneles y Madrid entera se hundirá en el subsuelo.

viernes, 10 de enero de 2014

El dúo metadona

¡Feliz año nuevo!

Es triste, pero lo cierto es que hay mucha gente pidiendo en el metro, por eso muchas de mis historias versan sobre ese tema. Los últimos que me llamaron la atención fueron una pareja que iban pidiendo juntos. Entraron en el vagón y ella, con mucho más desparpajo que él, se puso a recitar su historia y a pedir ayuda de cualquier tipo: dinero, comida, o lo mejor de todo, un trabajo.. Comentó que tenían una hija en común, y entonces yo mal pensé “y se llama metadona”. Es cruel por mi parte, pero es que tenían una pinta de yonkis que no podían más, consumidos por la droga y el alcohol, con la voz rota, los miembros huesudos y venosos, llenos de tatuajes.. Después cada uno fue pasando por todo el vagón en direcciones opuestas para cubrirlo lo más rápidamente posible, recolectar la caridad de la gente y marchar al siguiente.

El dúo metadona
© Sammetsfan - Wikimedia Commons