viernes, 31 de enero de 2014

Arrakis

Los metros son bastante largos, pueden alcanzar fácilmente los 100 metros cada uno, divididos en varios vagones. En los trenes antiguos los vagones están completamente separados y no puedes pasar de uno a otro salvo cuando paran en las estaciones, pero en los más modernos están unidos de manera similar a la de los autobuses articulados. Si te pones en un extremo del convoy y estás atravesando un tramo de túneles completamente recto puedes alcanzar a ver el otro extremo desde el interior, y curiosamente parece mucho más largo que si lo miras desde fuera, supongo que es un efecto óptico debido a las referencias visuales.

Arrakis
© leywad - DeviantArt

Pero lo más divertido es cuando el tren entra en una curva y ves cómo la parte más alejada empieza a desaparecer de tu vista por un lateral, y el metro se va acortando gradualmente conforme más y más vagones van desapareciendo de tu vista, hasta que atraviesas el punto de inflexión y poco a poco todo va reapareciendo en su lugar. Te sientes como un gusano de arena de Arrakis recorriendo el desierto a toda velocidad bajo las dunas en busca de una presa.

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