viernes, 8 de noviembre de 2013

Historias para no dormir

De vez en cuando en el metro se planta alguien en mitad del vagón y pide limosna contando alguna historia rocambolesca, como una señora que dice que su hija tiene un cáncer, les han retirado las ayudas médicas y no tiene dinero para los medicamentos con la pensión por minusvalía que tiene ella, u otro con pinta de borracho que dice que ha habido 99 desahucios este año y el último es el suyo y no tiene dinero para pagar un alquiler para su familia, etc.. siempre historias para no dormir, aunque poco creíbles tal y como las cuentan. Pero siempre hay alguien que les da alguna moneda, mayoritariamente mujeres sudamericanas. Luego van un par de vagones más allá y repiten la misma historia, y así una y otra vez.

Historias para no dormir
© edkohler - Flickr

También hay quien hace lo mismo pero intentando vender algo, unas lamparitas para leer libros en la oscuridad, pulseras de cuero hechas por su mujer, huesitos.. El otro día entró un chico más o menos joven y se plantó justo delante de mi, aunque mirando en otra dirección, y empezó a recitar monótonamente y con cara de estar un poco loco: "Jesús me ama, pero yo no le correspondo. Me regaló una bufanda por Navidad y yo ni siquiera le grabé un CD. Por eso para redimirme...", entonces echó mano a la mochila que llevaba y yo pensando a ver qué va a hacer este loco, a ver si la va a liar, y continuó "...vendo estas chocolatinas de huesitos, una por 50 céntimos y 3 por un euro". Cuando se fue más lejos le oí vagamente que recitaba una historia diferente pero igual de loca, la pena es que no me quedé con ella para transcribirla aquí.

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