lunes, 15 de septiembre de 2014

Autos de choque

A pocos metros de nuestra casa había un descampado que, cuando no había ningún otro sitio libre en las calles adyacentes, era aprovechado por los vecinos para dejar estacionados sus vehículos. Nuestro 850 durmió allí más de una noche. Sin embargo, una vez al año, nos arrebataban ese espacio, pero al menos era por una buena causa, ya que lo destinaban a la instalación de distintas atracciones para el disfrute de los más pequeños durante las fiestas del barrio. Tiovivos, scalextric gigantes a tamaño real, paseos circulares en poni.., y mi preferida, los autos de choque (también conocidos como autos chocones en otras partes de España, ¡qué gracia me hizo la primera vez que los oí nombrar de esa manera!).

Autos de choque
© arrozconnori - Flickr

Un año iba de copiloto de alguien más mayor, no recuerdo si mi hermano o algún primo, esquivando a duras penas los malintencionados envites de chicos más grandes y brutos, hasta que finalmente nos alcanzaron, haciéndonos la pinza entre dos, uno desde un lateral y otro desde atrás. Yo no iba bien sujeto, el golpe lateral me desequilibró un poco, y el de detrás me cogió totalmente desprevenido, proyectando mi cuerpo hacia delante y haciendo que impactara de lleno con mi cabeza en la carrocería de nuestro vehículo. Terminé las fiestas del barrio con un buen chichón, autos de choque en su estado más puro.

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