lunes, 18 de enero de 2016

Madre no hay más que una

Los primeros años de colegio solíamos dirigirnos a nuestra profesora con el apelativo de señorita: "señorita esto" o "señorita lo otro". Sin embargo, existía una autoridad femenina más importante, con la que compartíamos vínculos mucho más fuertes, y junto a la que habíamos pasado bastantes más horas que las transcurridas en el colegio. Por lo tanto, no es de extrañar que, aunque madre no hay más que una, a veces al dirigirte a la profesora se te escapara un "mamá esto" o "mamá lo otro".

Madre no hay más que una
© Titleist46 - Wikimedia Commons

A mi me pasó una vez. Me di cuenta del lapsus al momento, pero me hice el loco refugiándome detrás de una coraza de indiferencia como si no hubiera pasado nada, porque sabía que el resto de compañeros iba a empezar a señalarme, comentar en voz alta mi error y, lo más hiriente de todo, reírse de mí. Y así sucedió. Pero como no di muestras de que me molestase en absoluto, pronto se aburrieron y abandonaron la caza, permaneciendo eso sí agazapados, como una jauría al acecho, a la espera de que alguna presa más fácil cometiera el siguiente desliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario