viernes, 15 de mayo de 2015

La banda sonora de mi vida

Mucho antes de la llegada de internet y de los servicios de streaming que permiten oír música a la carta, prácticamente la única fuente que teníamos para descubrir nuevos artistas, o donde escuchar los más recientes LP de nuestros cantantes y grupos favoritos, era la radio, y de vez en cuando algún que otro programa de televisión que emitían los sábados por la mañana.

La banda sonora de mi vida
© cseeman - Flickr

Más allá de los grupos infantiles como Parchís, y de los viejos casetes de mi padre del estilo de Nino Bravo, Adamo, Cecilia, Nat King Cole y tantos otros, crecí disfrutando de un montón de canciones que me apasionaban y formaban la auténtica banda sonora de mi vida: "Hoy no me puedo levantar", "Me colé en una fiesta", "Maquíllate", "Barco a Venus", "Hawaii-Bombay", "Aire" y tantas otras.

Tiempo más tarde descubrí que, curiosamente, todas ellas pertenecían al mismo grupo, el que fue mi favorito durante muchos años, Mecano. El primer CD que me compré fue de Mecano. El primer concierto al que asistí fue de Mecano. Sin embargo, por aquel entonces, no conocía ni el nombre del grupo, ni mucho menos quienes eran sus componentes, sus orígenes, aficiones o cualquier otro aspecto de sus biografías. Nunca entendí ni fui presa del fenómeno fan.

Pero también había música más allá de Mecano. En la época en que mi tío-padrino-tocayo y su familia se trasladaron a vivir definitivamente a Zaragoza, sonaba otro éxito que se incorporó rápidamente a la banda sonora de mi vida. Cuando íbamos a su casa de visita escuchábamos la radio junto a mi prima Carmina, la pequeña de la casa, aunque de la misma edad que mi hermano mayor. En su flamante radiocasete grabábamos las canciones que más nos gustaban, y entre ellas había una que quedó registrada para siempre en la cinta magnética y en mi memoria. "Y se irán lejos, a una isla desierta donde el sol brille, lejos de su casa y de aquel viejo profesor que los torturaba". No es que me sintiera identificado o torturado de ninguna manera, pero para mi mente infantil esas palabras evocaban grandes aventuras en lugares paradisíacos, el sueño de cualquier niño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario