lunes, 10 de febrero de 2014

El misterioso caso del robo del triciclo

Volvíamos a casa después de pasar en familia un agradable día de campo. Íbamos en la enorme furgoneta blanca del trabajo de mi padre, donde cabíamos todos holgadamente y había también sitio para mi triciclo. No recuerdo si por aquella época teníamos ya el 850 donde nos metíamos padres, hermanos y primos, apiñados unos encima de otros, sin cinturones de seguridad pero sin conciencia de estar haciendo algo peligroso. Después de aparcar fuimos caminando hacia el portal de casa y en un momento dado me di la vuelta para mirar hacia atrás y lo vi. Unos gitanos habían abierto los portones de la furgoneta y estaban llevándose impunemente mi triciclo. Intenté protestar y llamar la atención de mis padres, pero no me hicieron caso, o tal vez prefirieron no meterse en problemas y dejarles hacer. Por descontado mi disgusto y enfado fue enorme, pero no volví a pedalear en mi querido triciclo.

El misterioso caso del robo del triciclo
Triciclo - Dominio Público

Años después, comentando con mis padres esta anécdota, me aseguraron que nunca sucedió así. Su versión es que nos dejamos olvidado el triciclo en el campo y volvimos a casa sin él. Supongo que es verdad, pero el recuerdo es tan vívido en mi mente que siempre tendré la duda sobre lo que pasó realmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario