viernes, 30 de mayo de 2014

Un chaval que se lo curra

Volvía a casa en el metro charlando con un compañero de trabajo cuando nos distrajo un chaval que, hablando en voz alta, recorría a grandes zancadas varios vagones de un extremo al otro. Al principio no nos percatamos de qué decía exactamente, simplemente pensamos que estaba pidiendo limosna como tantos otros. Pero de repente nuestros oídos se adaptaron al tono y cadencia de su voz y nos dimos cuenta de que estaba rapeando. Estuvo un buen rato recitando sin parar, más de cinco minutos, más allá de la parada en la que se bajó mi compañero y me dejó solo contemplando el espectáculo. Era un rap típico, con contenido social, quejándose de lo mal que está la sociedad, el trabajo, la política, la corrupción...

Un chaval que se lo curra
© willi_00 - Pixabay

Y cuando al fin terminó su discurso siguió paseándose por los vagones mientras pedía una y otra vez "unas monedillas pa'un chaval que se lo curra", "unas monedillas pa'un chaval que se lo curra", "unas monedillas pa'un chaval que se lo curra"... De tanto oir la misma retahíla casi parecía que estaba cantando de nuevo, y de hecho me recordó un artículo que había leído hacía poco sobre una ilusión auditiva que produce nuestro cerebro convirtiendo la repetición continuada de algún sonido, incluida la voz, en música.

No hay comentarios:

Publicar un comentario