viernes, 5 de junio de 2015

Colándonos en el cine PAX

De pequeños éramos espectadores asiduos a las sesiones infantiles del cine PAX, situado en plena Plaza de La Seo, donde nos sumergíamos durante algunas horas en coloridos mundos imaginarios de dibujos animados o en grandes gestas y aventuras de imagen real.

Colándonos en el cine PAX
© philld - Geograph Britain and Ireland

A veces veíamos un par de películas seguidas y, en muy contadas ocasiones, incluso disfrutábamos de la misma proyección más de una vez, como cuando repetimos el visionado de "El señor de las bestias". No es porque esa película nos gustase excepcionalmente más que el resto, ni por un derroche monetario por parte de nuestros padres, sino debido a que casi siempre entrábamos gratis, ya que nuestros progenitores eran conocidos de la taquillera y el acomodador que regentaban el local. Puedo asegurar sin riesgo a equivocarme que no he ido tan a menudo al cine como durante aquella época.

Hoy en día pagar una entrada de cine se ha convertido en algo prohibitivo, un atraco a mano armada, máxime si te engañan para tragarte algún bodrio infumable. Pero la industria del celuloide no se corta un pelo en llamarte pirata o ladrón si te descargas esa misma película de Internet, aunque realmente no te lucres con ello ni ellos dejen de ganar dinero porque no hubieras pagado ni un céntimo por ir a verla en la gran pantalla. La solución: ¡cultura libre ya!

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