lunes, 13 de junio de 2016

Remedios de la abuela

Mi madre creía que la ingesta de zanahorias ayudaba a tener un buen bronceado y mejoraba la vista. Así que cada verano, cuando íbamos de vacaciones a Salou, nos obligaba a hacer una parada técnica al día para engullir a mordiscos una zanahoria cruda en mitad de la playa. La verdad es que esos supuestos beneficios para la salud no tenían ninguna base científica. ¿Quiere decir que mi madre era muy crédula? Bueno, más bien que no tenía las herramientas adecuadas para contrastar la información que recibía y discernir entre hechos veraces y mitos o remedios de la abuela. Puede que comer una zanahoria al día no nos beneficiase en esos términos, pero tampoco nos hacía ningún mal.

Remedios de la abuela
Michael Jackson dejó de comer de estas y.. - Dominio Público

Otro asunto eran los timadores y embaucadores profesionales que querían hacer dinero fácil a costa de la gente más humilde y desinformada, vendiéndoles remedios milagrosos y aparatos de supuestas propiedades extraordinarias, anunciándose incluso en televisión aprovechándose de una legislación aún demasiado laxa con este tipo de productos. Tal era el caso de un imantador de agua que adquirió mi madre y colocó en el grifo de la cocina, para que toda el agua que bebiésemos fuera mágica. Ninguna base científica, por supuesto, pero lo peor, aparte del desembolso económico, es que mi madre sí creía sentir sus efectos beneficiosos. El efecto placebo ha hecho rica a mucha gente sin escrúpulos.

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