viernes, 17 de abril de 2015

Armas de fabricación casera

Siempre he querido poseer un tirachinas tradicional, como los que usan Zipi y Zape en sus traviesas aventuras, y aprender a lanzar piedras con destreza y velocidad, imaginándome en la piel de un cazador prehistórico en busca de alimento para su tribu. Pero nunca he tenido ninguno, ni comprado, ni regalado, ni de fabricación casera.

Armas de fabricación casera
Tirachinas ninja - Dominio Público

En cambio confeccionábamos algo parecido sujetando un globo con una goma elástica a la parte superior de una botella de plástico. Era muy sencillo de manejar, dejabas caer una piedra por el cuello invertido de la botella, la agarrabas a través del globo, estirabas, apuntabas y soltabas, lanzando a volar la china en medio de un sonido explosivo producido por la membrana elástica volviendo a su posición de reposo. Era muy preciso, y también bastante peligroso en las manos equivocadas.

También construíamos otro tipo de armas caseras, como las pistolas de pinzas, que si bien eran muy resultonas y elegantes no tenían un potencial dañino tan elevado. Y con un trozo largo de madera, una goma elástica, un par de clavos y dos pinzas creábamos un efectista aunque no muy efectivo fusil.

El clásico en las aulas era la cerbatana para proyectar trozos de papel, compuesta únicamente por la carcasa vacía de un bolígrafo. Era inofensiva pero molesta, sobre todo si el atacante era un poco torpe y al soplar te lanzaba más cantidad de saliva que de celulosa.

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