lunes, 13 de abril de 2015

Rasca y Pica

Mi madre nos compraba en invierno unos jerseys de lana de color verde, de esos llenos de pelitos por todas partes, que picaban como el demonio. No se si eran baratos y de mala calidad, o es que tenía la piel extremadamente sensible, pero era un auténtico suplicio meterse dentro de ellos. La única forma de lidiar con ese martirio era estarse totalmente quieto, pero claro, eso no era posible si supuestamente te ponías el jersey para salir a la calle. Y tampoco ayudaba mucho frotarte, porque te irritabas aún más la piel y entrabas en un círculo vicioso, cuanto más te rascabas más te picaba y cuánto más te picaba más te rascabas. La única escapatoria era protestar, gritar, llorar y patalear hasta que te dejaban ponerte otra cosa y se acababa el tormento.

Rasca y Pica
© petuniad - Flickr

No hay comentarios:

Publicar un comentario