miércoles, 4 de marzo de 2015

El gancho

Hace unos días, en la estación de la Plaza de España, había un hombre de pie junto al borde del andén acompañado por un par de trabajadoras del metro. Al parecer se le había caído un objeto de pequeño tamaño a las vías, una tarjeta o algo parecido, y en vez de lanzarse al foso para recuperarlo rápidamente por sus propios medios, había solicitado sensatamente la ayuda de las autoridades pertinentes.

El gancho
© Antranias - Pixabay

Alguna vez me había planteado qué pasaría si, por ejemplo, se me cayera el móvil por el estrecho hueco entre el vagón y el andén al acceder o al bajarme del convoy, pues está terminantemente prohibido descender al nivel de los raíles bajo ninguna circunstancia. Ahora conozco la respuesta, y de hecho ni siquiera las operarias se atrevieron a tanto. En lugar de eso, trajeron un largo mástil que venía provisto de un gancho en la parte superior y un accionador manual en la parte inferior, y durante un rato intentaron pescar el objeto con pésimos resultados.

Me recordó la famosa escena del gancho de "Toy Story", cuando los muñecos alienígenas decían "el gancho es quien decide quién se va y quién se queda". En esta ocasión el que decidió fue el dueño del objeto cuando, al ver que ninguna de las dos mujeres lograba recuperar su preciada posesión, se hizo con el gancho y, en sólo un par de intentos, logró apresarla y subirla de vuelta hasta sus manos. Justo a tiempo, porque el metro estaba a punto de entrar en la estación.

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